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A pesar de que Aitz-Zorrotz está integrada en Beasain como sociedad gastronómica debido a su aspecto social, hay que destacar que en su origen se fundó únicamente como sociedad deportiva y que durante todos estos años nunca ha dejado de participar como gestora, promotora y defensora de los deportes cinegético y piscícola. Tiradas al plato, salidas y concursos han sido durante todo este tiempo el eje de la actividad deportiva de la sociedad, además de la participación en todo lo que se refiere a sorteos de puestos y tramitación de licencias y pases.

Si bien la sociedad Cazadores de Beasain fue la antecesora de la sociedad que hoy conocemos, no pasaron muchos años para que, como demuestra la crónica de El Diario Vasco del año 1935, Aitz-Zorrotz aunase a cazadores y pescadores en su seno. “Sociedad de Caza y Pesca”, tituló el corresponsal su crónica. Los documentos más antiguos guardados hasta la fecha demuestran que desde el comienzo de su andadura la sociedad participó de manera muy activa en la práctica de estos deportes, y ya en mayo de 1935 la sociedad destino 8,30 pesetas para “la celebración de las tiradas al plato”. Ese mismo año, según se detalla luego en la página 90 de ese mismo libro de cuentas, en el apartado de platos, la sociedad organizó en fiestas (3 y 9 de junio) dos tiradas al plato, que costaron 137,20 pesetas.

En el archivo del Ayuntamiento de Beasain hay constancia de un concurso anterior de tiro de pichón que se celebró con fecha de 13 de mayo de 1934, en fiestas patronales, para el cual destino el consistorio 300 pesetas. Pero es curioso que eso no sirviera para que en el año 1935 la sociedad y el Ayuntamiento llegasen a un acuerdo sobre la participación de este último en las tiradas antes ya mencionadas. El presidente de la sociedad Felipe Bueno y el secretario José Sarasola solicitaron una subvención al Ayuntamiento para sufragar “los innumerables gastos” que iban a originar la “gran tirada de pichón” del día 2 de junio y las dos “soberbias tiradas al plato” de los días 3 y 9 que se organizaron para completar el programa de fiestas. Justifican la solicitud argumentando que el beneficio obtenido en esos concursos se iba a destinar “a la repoblación de nuestros montes y ríos de abundante caza y pesca”. Sin embargo, sociedad y consistorio chocaron en ese aspecto, puesto que la comisión organizadora de fiestas denegó la subvención por no estar los beneficios destinados a la beneficencia municipal, condición de obligado cumplimiento para subvencionar espectáculos de pago y “en beneficio de empresa o sociedad particular”, y no crear así “un mal precedente”.

En su contestación el Ayuntamiento se mostró dispuesto a subvencionar cualquier acción de repoblación, pero eso no fue suficiente para mitigar el enfado que había provocado entre los socios. El asunto requirió una asamblea extraordinaria y después de la misma el presidente de la sociedad volvió a escribir al Ayuntamiento otra carta. A continuación se reproduce esa carta puesto que de ésta se extraen datos importantes como que la sociedad constaba con 70 socios en el año 1935, que este tipo de concursos se organizaban desde el año 1930 y que éstos estaban arraigados en la villa:

  “Correspondiendo al comunicado del 2 del corriente mes que, esa Ilustre Corporación nos ha remitido comunicando la desestimación de nuestra petición de subvención para organizar las Tiradas de Pichón y Platillo en proyecto, la entidad que suscriben en nombre de sus 70 socios muestra su mayor disgusto por la interpretación sugerida por la Comisión de Festejos pues esta Sociedad como sus reglamentos lo indican es una Sociedad popular e ilimitada teniendo como base la defensa de los intereses legítimos de los cazadores y pescadores de toda nuestra demarcación, por consiguiente nuestra sociedad no es ninguna empresa particular ni anónima en la que los dividendos se reparten equitativamente si no que, en contraposición con la teoría suplantada, sus beneficios alcanzan a toda la colectividad en beneficio de los cazadores de esta villa y limítrofes.
Contrariando los precedentes de los cuatro años consecutivos de los anteriores Ayuntamientos los cuales subvencionaron a comisionados particulares, esperábamos con legítimo interés que esa Ilustre Corporación hubiese apoyado con el máximo interés nuestra petición secundando el ejemplo de nuestra Exma. Diputación y del Ayuntamiento de la Ciudad de Eibar los cuales han donado un premio el primero y una subvención el segundo, según notifican los centros oficiales mencionados.
También hacemos recordar que, en nuestra provincia en todas las localidades donde se verifican esta clase de espectáculos, son apoyados económicamente y con el máximo interés por los Ayuntamientos respectivos, en contraposición con el acuerdo del Ayuntamiento de nuestra villa.
Por consiguiente tenemos el honor de adjuntarles el acuerdo recaído en junta extraordinaria celebrada el día 6 del corriente por “LA SOCIEDAD DE CAZA Y PESCA DE BEASAIN” la cual esperamos será acogida debidamente.
Saludamos atentamente a esa Iltre. Corporación cuya vida deseamos sea prospera durante muchos años. Beasain, 6 de mayo de 1935.
Adjunto: Reunida la Sociedad de Caza y Pesca de Beasain en junta general extraordinaria celebrada del 6 del corriente mes examinó el comunicado del día 2 comunicando quedaba desestimada nuestra petición solicitando una subvención para la organización de unas tiradas de Pichón y dos de Platillo y estudiados los fundamentos expuestos por esa Iltre. Corporación acordó por unanimidad dirigir una segunda súplica en el sentido de que se digne conceder una subvención equivalente al valor de los premios que se destinaran en la primera tanda de pichón y esta entidad en compensación organizará las tres tiradas gratuitamente para el público.
Esperamos será favorecida nuestra petición al igual que la dirigida por el Casino Recreativo (B.F.C.) pues de lo contrario, irremisiblemente nos veremos obligados a suspender los citados espectáculos por falta de apoyo oficial, perdiéndose con ellos un espectáculo arraigado y popular de nuestra villa y que atrae a centenares de forasteros”.

A pesar del tono recriminatorio de la carta, la sociedad no consiguió de la corporación municipal nada más que 150 pesetas para repoblar montes y ríos, subvención que desestimó en otra junta general extraordinaria el 20 de mayo alegando que no había existido ninguna solicitud por parte de la sociedad con ese fin y no ser época adecuada para la repoblación. A pesar de la negativa de la consistorio, sin embargo, las tiradas al plato se celebraron como estaba previsto (bien pudiera ser a costa de la tirada de pichón de la que no hay constancia) y según se recoge en el libro de cuentas de la sociedad el éxito fue rotundo puesto que la sociedad ingresó por ese motivo 531,80 pesetas.
El éxito que refleja el dinero ingresado por las mismas justifica que el mes de julio la sociedad recaudase 93 pesetas para comprar una máquina lanza-platos, que se compró al precio de 125 pesetas, más otras 7 de embalaje. Y cabe decir que tanta tradición como esos campeonatos de tiro al plato de fiestas de Loinatz, tienen los que durante tantos años se han celebrado entre los socios, como demuestran las 15 pesetas que en agosto de 1935 se gastaron para la “copa campeonato sociedad”. Para quien pudiera hacerse una idea de lo que podía costar organizar un campeonato en aquellos años, conste que en los meses de junio y julio de 1935 se compraron 500 platos ‘sean’ por 65 pesetas y 500 platos ‘zuritos’ por 55 pesetas.

Además de organizar eventos deportivos en Beasain, desde su comienzo la sociedad de caza y pesca participó también en la organización de estos mismos eventos en fiestas de otros pueblos de Goierri, en los que bien colaboró (es el caso de Ordizia, donde vendió 100 platos al precio de 15 pesetas a la “Sociedad de Cazadores de Villafranca” y destinó 25 pesetas para un premio) o bien organizó (caso de Idiazabal, donde la tirada se organizó en febrero de 1936, y por la que cobro del Ayuntamiento de Idiazabal 100 pesetas). Es de destacar que, según la crónica de El Diario Vasco de marzo de 1935, la sociedad desde su origen tuvo como vocación todo Goierri, y se esperaba que se sumasen a la misma cazadores y pescadores de otras localidades, como sucedió de hecho. Eso explica la actividad de Aitz-Zorrotz en fechas señaladas de los pueblos vecinos de Beasain (Santa Ana o San Blas, en los casos antes mencionados). Esa actividad se prolongó como mínimo hasta finales de la primera mitad del siglo XX.
Todo este dinamismo, sin embargo, se vio truncado por el alzamiento contra la República el 18 de julio de 1936, que dio comienzo a la Guerra Civil. Los disparos de armas se oyeron en Beasain durante los días 27 y 28 de julio de 1936, pero esta vez con otro fin. El joven Juan José García Urzelaieta que vivió en primera persona los fusilamientos de aquella noche (en total, los sublevados fusilaron como mínimo a 31 personas en Beasain) llamó a aquel episodio “Beasain: una noche sangrienta. En el frente de Elgeta murió en las filas de gudaris del Gobierno Vasco quien fuera considerado por aquel entonces el mejor cazador de Beasain, llamado ‘Mangazarra’, ametrallado por un avión.
La guerra y la posguerra supusieron un paréntesis de diez años en las actividades de la sociedad. Ese es el salto que refleja el libro de cuentas de una página a la siguiente, de junio de 1936 a abril de 1946. No tardó, sin embargo, la sociedad en retomar su actividad deportiva, puesto que en mayo de 1947 gastó 3.351,05 pesetas en las tiradas al plato de fiestas de Beasain, e ingresó por ese mismo motivo 3.632,60 pesetas. En agosto vendió 1.000 cartuchos al precio de 25 pesetas, y en septiembre consta una factura del guarda de Olaberria por dos servicios de pesca por valor de 100 pesetas. La sociedad continuó además organizando tiradas en fiestas de otros pueblos, como es en el caso de Idiazabal en 1948, organización por la que cobró 100 pesetas del Ayuntamiento de esta localidad.
De poco sirvió, sin embargo, que la sociedad tuviera socios de otros pueblos de Goierri, concretamente de Idiazabal, en el año 1953. Desde 1946 tenía la sociedad arrendado Aitz-Zorrotz, el terreno de Etxegarate que acotaba a razón de 500 pesetas al año (tres euros). El contrato de arrendamiento se prorrogó durante ocho años, hasta que los propietarios de dicho terreno decidieron arrendarlo en 1954 “a la parte opuesta”, según consta en las actas de la sociedad. El acta de septiembre de 1953 destaca que las gestiones que hizo la sociedad para prorrogar el contrato fueron baldías, a pesar de que en la directiva de la sociedad había dos vecinos de Idiazabal que por esa condición habían sido designados para esa labor.

Fiestas de Beasain han sido siempre una referencia para la sociedad, y la tradición de organizar las tiradas de platos se consolido a finales de la década de 1940 y a comienzos de la segunda mitad de siglo. De hecho, el acto más citado en los documentos internos de la sociedad son las tiradas al plato, que en 1961 según se recoge en el acta del 24 de mayo alcanzaron el éxito. La tradición mandaba que tal y como se había hecho en 1935 se organizasen dos campeonatos en fiestas de Loinatz, uno provincial el día de la Ascensión, jueves, y otro local o social el segundo día de fiestas, martes. Como ejemplo de aquellos campeonatos sirva decir que en 1948 al primer clasificado se le premió con 400 pesetas en metálico y una copa valorada en 100. La sociedad gastó además 6 pesetas en vino, y 20 en la limpieza del campo de tiro.

La sociedad trataba en todo caso que la organización de estos campeonatos no le supusiese un gran déficit en sus arcas. Así los trofeos se solían solicitar a los industriales de la zona y el Ayuntamiento colaboraba subvencionando estas actividades con dinero. En 1960, por ejemplo, dio 2.500 pesetas y para publicitar el evento la sociedad puso anuncios en Radio Segura y Radio Loyola. La subvención por parte del Ayuntamiento aumentó a 3.000 pesetas en 1963 y en vista del beneficio económico que se obtuvo la junta directiva de la sociedad resolvió obsequiar a todos los colaboradores con una merienda en prueba de agradecimiento.

Durante la década de 1950 la sociedad se fue consolidando y fue de esa manera como dio el paso de organizar excursiones fuera de Goierri para cazar y pescar, puesto que los socios no podían hacerlo por aquel entonces individualmente. En agosto de 1952 la junta directiva decidió organizar un viaje el 28 de septiembre a Aibar, zona de Lumbier, en autobús subvencionado por la sociedad para cazar perdices, para que, según se reconoce en actas anteriores, “sirva de estimulante para aumentar el número de socios para esta Sociedad que procuren una vida más próspera de esta Asociación”. Cada excursionista pagó 25 pesetas para sufragar el viaje. Fueron un total de 32 los excursionistas, asignados por sorteo debido a la gran demanda de los socios para participar. La sociedad aportó 1.200 pesetas y el autobús costó 1.950 pesetas. La salida se programó para la 1:45 de la madrugada, con posterior parada en el Convento de los Padres Benedictinos de Lazkao para asistir a misa a las 2:00. La llegada a Lumbier estaba programada para antes del amanecer. La jornada de caza terminaría a las cinco de la tarde, para volver a Beasain después de una parada “discrecional” en Pamplona. Por si a alguien le pudiera extrañar la misa a esas horas, aclara el socio Justo Gutiérrez que todos los domingos de la temporada de caza solía haber misa en la parroquia a las 6 de la mañana: “Había que ir a misa, no quedaba otra”.
Según queda luego reflejado en las actas el éxito de la excursión a Aibar fue inesperado, y al año siguiente se decidió organizar otros dos viajes: el 15 de septiembre a codornices a Agurain-Salvatierra y a perdices el 27 del mismo mes a Artajona. Según las cuentas del 2 de octubre de 1953 el viaje a Agurain costo 800 pesetas de las que 345 pagaron los asistentes y 453 la sociedad. El de Artajona costo 2.100 pesetas de las que los asistentes pagaron 1.122 y la caja 978. En esa misma junta se acordó organizar una tirada al plato en Olaberria y otra en Segura; asimismo también se decidió comprar una nueva máquina lanzaplatos con sus correspondientes platillos.
Con el paso del tiempo y el desarrollo de los transportes el área de caza se amplió y el 4 de octubre de 1960 se efectuó una reunión cinegética en tierras de Burgos y en julio de 1961 organizó la directiva a modo particular un viaje a Cubo de Bureba (Burgos) con motivo de la apertura de la veda de la codorniz. La sociedad organizaba una salida para cazar perdiz anualmente, y en 1961 el destino fue Revilla (Burgos) y el viaje le costó a cada excursionista 100 pesetas, corriendo la sociedad con los demás gastos. La experiencia de Revilla se repitió en 1965 con motivo de la apertura de la veda de la caza menor.
La experiencia de viajar se repitió también en pesca, ya que en mayo de 1954 se acordó organizar un viaje a Zudaire para pescar truchas. También se organiza un viaje anual con motivo de la apertura de la veda de la pesca, en el año 1962 y 1963 al río Najerilla, en Najera (Rioja), y en 1964 a Orbaitzeta, acordando hacer otro al pantano de Vitoria en 1966. El viaje se hizo de manera conjunta en 1967 a Najerilla y pantano de Alava, con la oportunidad de poder quedarse en este segundo punto de pesca durante el trayecto al primero.
A pesar del auge que tuvieron estas salidas en su época, con el tiempo y el desarrollo del automóvil, estas experiencias desaparecieron cuando los socios ya no tuvieron la necesidad de juntarse para poderse costear el gasto que suponía la salida. Además, desde que las comunidades autónomas empezaron a gestionar la caza y la pesca la imposibilidad para encontrar un destino adecuado para todos los socios era grande, puesto que no todos tenían licencia de la misma comunidad autónoma; anteriormente sólo había dos tipos de licencias: provincial y nacional. Además hoy en día todo esta acotado y no hay terrenos libres.
Antes del acotamiento total, Rafael Díez recuerda como solía ir él a pescar a Estella y al Pirineo, con una Lambretta. Unos días de caza en Vallejera, entre Burgos y Palencia, entre él, su hermano y otro cazador cazaron 93 perdices y seis liebres, prácticamente en dos días, puesto que los otros dos eran uno para ir y otro para venir. “Cazábamos en línea disparando siempre hacia delante, y si la pieza se pasaba la dejábamos pasar, no tirábamos por tirar”, dice. Y es que a pesar de que hoy en día los cartuchos se compran, entonces los solían cargar en casa, cogiendo la vaina, metiendo el pistón, la pólvora, un taco, los perdigones y la tapa, y calibrándolos después.
“Se pasaba mucho frío”, recuerda Justo Gutiérrez: “La chaqueta de pana era ya un lujo, no había impermeables. Solíamos vestir unas chaquetas más toscas, con aceite de linaza, como los pescadores, jerséis, bufanda y boina... Entonces cazar no suponía un gasto demasiado grande puesto que, además de que la ropa era la de casa, los puestos no se pagaban, la licencia era barata y los cartuchos los cargaba el cazador y nos los solíamos dejar para probar uno los de otros; eso sí, luego a la vuelta llegábamos dormidos, con los perros cansados, y el hombro morado”.

Además de organizar eventos deportivos en Beasain, desde su comienzo la sociedad de caza y pesca participó también en la organización de estos mismos eventos en fiestas de otros pueblos de Goierri, en los que bien colaboró (es el caso de Ordizia, donde vendió 100 platos al precio de 15 pesetas a la “Sociedad de Cazadores de Villafranca” y destinó 25 pesetas para un premio) o bien organizó (caso de Idiazabal, donde la tirada se organizó en febrero de 1936, y por la que cobro del Ayuntamiento de Idiazabal 100 pesetas). Es de destacar que, según la crónica de El Diario Vasco de marzo de 1935, la sociedad desde su origen tuvo como vocación todo Goierri, y se esperaba que se sumasen a la misma cazadores y pescadores de otras localidades, como sucedió de hecho. Eso explica la actividad de Aitz-Zorrotz en fechas señaladas de los pueblos vecinos de Beasain (Santa Ana o San Blas, en los casos antes mencionados). Esa actividad se prolongó como mínimo hasta finales de la primera mitad del siglo XX.

Todo este dinamismo, sin embargo, se vio truncado por el alzamiento contra la República el 18 de julio de 1936, que dio comienzo a la Guerra Civil. Los disparos de armas se oyeron en Beasain durante los días 27 y 28 de julio de 1936, pero esta vez con otro fin. El joven Juan José García Urzelaieta que vivió en primera persona los fusilamientos de aquella noche (en total, los sublevados fusilaron como mínimo a 31 personas en Beasain) llamó a aquel episodio “Beasain: una noche sangrienta. En el frente de Elgeta murió en las filas de gudaris del Gobierno Vasco quien fuera considerado por aquel entonces el mejor cazador de Beasain, llamado ‘Mangazarra’, ametrallado por un avión.

La guerra y la posguerra supusieron un paréntesis de diez años en las actividades de la sociedad. Ese es el salto que refleja el libro de cuentas de una página a la siguiente, de junio de 1936 a abril de 1946. No tardó, sin embargo, la sociedad en retomar su actividad deportiva, puesto que en mayo de 1947 gastó 3.351,05 pesetas en las tiradas al plato de fiestas de Beasain, e ingresó por ese mismo motivo 3.632,60 pesetas. En agosto vendió 1.000 cartuchos al precio de 25 pesetas, y en septiembre consta una factura del guarda de Olaberria por dos servicios de pesca por valor de 100 pesetas. La sociedad continuó además organizando tiradas en fiestas de otros pueblos, como es en el caso de Idiazabal en 1948, organización por la que cobró 100 pesetas del Ayuntamiento de esta localidad.

De poco sirvió, sin embargo, que la sociedad tuviera socios de otros pueblos de Goierri, concretamente de Idiazabal, en el año 1953. Desde 1946 tenía la sociedad arrendado Aitz-Zorrotz, el terreno de Etxegarate que acotaba a razón de 500 pesetas al año (tres euros). El contrato de arrendamiento se prorrogó durante ocho años, hasta que los propietarios de dicho terreno decidieron arrendarlo en 1954 “a la parte opuesta”, según consta en las actas de la sociedad. El acta de septiembre de 1953 destaca que las gestiones que hizo la sociedad para prorrogar el contrato fueron baldías, a pesar de que en la directiva de la sociedad había dos vecinos de Idiazabal que por esa condición habían sido designados para esa labor.

Pero la actividad deportiva de la sociedad sobrepasaba los concursos y las salidas. Como ya se ha destacado anteriormente durante toda su trayectoria además de promover la caza y la pesca, Aitz-Zorrotz ha sido también la encargada de gestionar e informar estos dos deportes. De esta manera el 4 de octubre 1952 informaba la sociedad de que se había concedido un puesto más en Haizpe, por lo cual eran cinco ya los puestos en Etxegarate a sortear en el Bar de José Arana Aldasoro en Etxegarate a las seis y media de la mañana.

A pesar de no ser una sociedad pública, desde sus orígenes Aitz-Zorrotz ha funcionado como un agente más de Beasain, y ya en diciembre de 1961 se acordó que la Sociedad gestionase la adquisición de las licencias de pesca para todo aquel que le pudiera interesar y así lo hizo también en 1962. Además se acordó en enero de 1962 alquilar las máquinas de tiro al plato en el caso de ser solicitadas, al precio de 150 pesetas más el gasto que suponía el desplazamiento de aquellos que tengan que atenderla.

Como gestor de la caza y la pesca Aitz-Zorrotz también ha participado en labores de control de depredadores en los montes de Goierri. En 1961 participó en la captura del zorro junto con la Sociedad Erbia de Ataun. Se consideraba ese animal como uno de los mayores enemigos de la caza y de la ganadería. En 1969 junto con las sociedades de Ataun, Idiazabal, Ordizia y Zaldibia, se decidió recompensar con 200 pesetas a aquellos que cazasen uno de estos animales “raposos”, cantidad que debía pagar la sociedad del pueblo donde se hubiese cazado; las sociedades que más zorros capturasen serían recompensadas con un premio del 60% y 40% que provenía de un fondo que las cuatro sociedades crearon para tal efecto pagando 50 pesetas por cada zorro que se cazase. Esta curiosa batida se celebro entre el 15 de febrero y el 31 de marzo de 1969, y para justificar la caza el cazador debía presentar las dos orejas del zorro.

Esta interactuación con las sociedades de otros pueblos, ha sido la tónica común durante todos estos años, pues por todos es sabido que los intereses son comunes. De esa manera, el 15 de septiembre de 1970 se acordó junto con las sociedades de Ataun, Idiazabal, Zumarraga y Urretxu vedar el río Estanda para la pesca por un plazo mínimo de dos años. Hoy en día se sigue funcionando de la misma manera, y tanto en temas de caza como de pesca Aitz-Zorrotz trabaja con otras sociedades de los alrededores siendo una referencia y ejerciendo la función de dinamizadora.

Hoy en día Aitz-Zorrotz organiza dos campeonatos de caza: uno social y otro comarcal. Los dos se celebran en Zambrana, y los cuatro primeros clasificados en el primero pasan a disputar el segundo con otros tantos representantes de otras cuatro sociedades de Goierri. Se hacen los dos con caza sembrada, es decir, con una suelta anterior. Los que se clasifican en el comarcal pasan a disputar el provincial.

En cuanto a la caza paloma cabe decir que Beasain cuenta con seis puestos de paloma en Murumendi, pero como la línea de puestos continúa en Itsasondo, las gestiona la sociedad de esa localidad, para comodidad de todos. Por eso, hoy en día no hay puestos de paloma que dependan de Aitz-Zorrotz, a pesar de que se han sorteado puestos en la sociedad durante muchos años. Los puestos de Lazkaomendi se gestionaron durante 17 años después de que la Diputación los cerrase por unas disputas en 1986. Finalmente, sin embargo, la sociedad de Lazkao se hizo cargo de esa línea, como así se pedía desde Aitz-Zorrotz. Por aquellos años, la Diputación también ofreció a Aitz-Zorrotz gestionar los puestos de Zegama después de otra disputa, pero ésta no acepto el ofrecimiento por la imposibilidad de hacerlo al estar encargada de la línea de Lazkaomendi.

Con el paso del tiempo, la actividad deportiva de la sociedad ha variado. Como bien se ha indicado antes hoy en día no hace falta organizar grandes salidas a otras tierras, pero otras labores han sustituido a las anteriores, sobre todo en lo referente a protección, concienciación y cuidado del medioambiente. En ese sentido hay que destacar que a las modalidades tradicionales de caza y pesca en los estatutos sociales de 1992 se les sumó la modalidad de tiro olímpico, porque si bien el tiro al plato sí que gozaba de cierta tradición en Aitz-Zorrotz la modalidad deportiva no se recogió explícitamente hasta ese año.

En esa misma dirección de práctica deportiva hay que destacar que desde la década de 1990 la sociedad trabaja para impulsar la pesca sin muerte, tanto en los campeonatos como fuera de éstos, y sobre todo entre los pescadores más jóvenes, procurando concienciar sobre el pobre estado de salud de los ríos de Gipuzkoa. La caza y la pesca han evolucionado en todos estos años, y los agentes como Aitz-Zorrotz que junto con la Diputación de Gipuzkoa participan de manera activa en el estudio, en el análisis y en la repoblación de las especies de nuestros montes y ríos, son los que más consciente son de la necesidad no sólo de preservar el cuidado de estas especies, sino de impulsar cualquier política que redunde en beneficio de las mismas.

Eso es precisamente lo que defienden los pescadores que participan en nombre de la sociedad en los campeonatos provinciales, autonómicos y estatales. “Nosotros no queremos los peces, y a los críos les mentalizamos de eso, porque la verdad es que no tenemos la necesidad de llevarnos los peces a casa”, dice Luis Muriel, uno de los tres representantes de alta competición que junto con Olain Irizar y Unai Urkia representan a la sociedad en los campeonatos de ese nivel. En competición se practica la pesca sin muerte, y estos pescadores llevan esa misma filosofía a la práctica total de la pesca.

Las bases del actual equipo de pesca de Aitz-Zorrotz hay que buscarlas en 1986, y hoy en día, junto con la sociedad de Andoain, Aitz-Zorrotz es uno de los equipos punteros de Gipuzkoa en lo referente a la pesca deportiva, y año tras año engrosa su palmarés con campeonatos de Gipuzkoa, de Euskadi y de España. 1986 fue el año en el que el lazkaotarra Juan José Sanz, que hasta entonces pescaba por libre, decidió participar en nombre de la sociedad en el campeonato de Gipuzkoa, animado por Gregorio Sanz, un tío suyo socio de Aitz-Zorrotz. El debut fue un éxito porque ese año Sanz fue subcampeón de Gipuzkoa, subcampeón de Euskadi y campeón de España en la modalidad de lance ligero. Bajo su tutela y bajo la del socio y delegado de pesca José Mari Telleria, el equipo de pesca deportiva lo componen, entre otros, el ordiziarra Luis Muriel, el lazkaotarra Olain Irizar, el idiazabaldarra Unai Urkia y el beasaindarra Iñigo López de Munain.

“Antes se pescaba con muerte, y en algunos campeonatos se hicieron auténticas escabechinas. Entonces se puso lo de la pesca sin muerte, y ahora se mide la trucha y se suelta, porque hay pocas. Yo lo que pesco en río por mi cuenta también lo suelto”, dice Sanz. En los campeonatos normalmente se pesca trucha que es la especie más apreciada por los pescadores, concretamente la trucha común (salmo trutta fario) y la arco iris (orcorhynchus mykiss). Dicen los pescadores del equipo de Aitz-Zorrotz que si la trucha arco iris está más “zurrada” es más difícil de sacar, porque se aparta. “Hay un corro de 50 truchas y ninguna pica. Pero si tiene el día y la hora de comer entran todas, aunque les eches cualquier cosa”, explica Muriel.

Antes en el campeonato de Gipuzkoa no se repoblaba el río antes de la competición pero hoy en día para que sea más vistoso sí que se suele repoblar. La medida mínima en campeonato es de 22 centímetros y la máxima de 35, midiendo desde el extremo anterior de la cabeza hasta el punto medio de la aleta caudal o cola extendida. Para sacarlas además es obligatorio utilizar una sacadera, para ocasionar el menor daño al pez. “Yo empecé por Telleria, que siempre me decía que participase en campeonato. Yo le decía que no porque me ponía nervioso, hasta que al final me animé y como ese año me salió bien al final le cogí afición”, añade Muriel. López de Munain era el delegado de Muriel cuando tentado por el ambiente que se vive en los campeonatos opto por probar y se clasificó para el campeonato de Euskadi.

Todos los componentes del equipo coinciden en que es la afición lo que les ha llevado a participar, porque lo que se gana no compensa lo que se gasta y el tiempo que se necesita para montar y para competir. “Este es un deporte caro, se gasta mucho dinero. Al cabo de los años si vas a competiciones pierdes además muchos días de trabajo”, especifica Sanz, que ha competido durante 20 años. “Lo practicamos porque nos gusta más que por otra cosa. Aquí no hay dinero”, añade Urkia. “Lo bueno que tiene es que conoces a mucha gente, y haces muchos amigos”, dice Irizar.

Siendo miembro del equipo a oídos de Sanz llegó que había un chico en Lazkao que andaba bastante bien, y fue de esa manera como Irizar entró a formar parte del equipo. “Yo empecé a pescar a látigo con 10 años. Creo que llevo en el río desde que se andar”. Urkia entró al equipo porque andaba buscando uno, y los de Aitz-Zorrotz andaban buscando gente también. “Yo es que siempre solía andar buscando gente para el equipo”, dice Telleria. Dice Sanz que la diferencia entre pescar por cuenta propia y pescar en campeonato es la rapidez. En alta competición, por ejemplo, los pescadores tienen hora y media para hacerlo, y el sorteo influye mucho, tanto por el tramo en el que te asignan como por la hora. Normalmente mientras la mitad de los pescadores pesca la otra mitad vigila que se cumplan las normas.

Destacan los pescadores del equipo de Aitz-Zorrotz la afición que hay en Gipuzkoa a la pesca. Normalmente ellos suelen pescar en el río Bidasoa, puesto que dicen que en Gipuzkoa si no se va al Bidasoa hay que ir a un coto, dada la inexistencia de ríos grandes. En Gipuzkoa hay dos cotos intensivos, uno en el Leitzaran (Andoain) y otro en el Araxes (Tolosa). En Goierri por lo demás las truchas son buenas en Ataun, cuando el río baja agua, pero la estrechez del río complica la pesca. Ese panorama, sin embargo, tiende a empeorar según explica Telleria porque las truchas que se han sacado este año son grandes y no hay truchas pequeñas, anticipando que en los últimos tres años no han criado. “La trucha por aquí se ha acabado. El año que viene no hay trucha en Ataun”, afirma.

A pesar de no contar con los mejores ríos para competir, el nivel de los pescadores de Gipuzkoa es de los más altos en las competiciones autonómicas y estatales. Dicen los del equipo de Aitz-Zorrotz que es más difícil ser campeón de Gipuzkoa, que campeón de Euskadi. En el campeonato de Euskadi de doce participantes ocho o nueve suelen ser de Gipuzkoa, y en los dos últimos años en la alta competición de España los nueve que van por Euskadi han sido pescadores de Gipuzkoa. Junto con los pescadores gipuzkoarras en los campeonatos estatales suelen destacar los de León, donde dicen los pescadores de Aitz-Zorrotz que tienen muy buenos ríos, y también los catalanes, donde hay mucha afición también. De hecho, cuando ellos mismos salen de Gipuzkoa y alrededores suelen partir hacia esa zona de León, Asturias y Palencia. El descenso del número de truchas, dicen, es general.

Uno de los capítulos más bonitos como deportistas lo vivieron los pescadores de Aitz-Zorrotz en el Máster Internacional de León. Fue en el año 2002 y por aquel entonces componían el equipo Juan José Sanz, Luis Muriel, Olain Irizar y Juan Pablo Piñeira. Es un campeonato en el que invitan a los mejores clubs del estado, uno por cada comunidad autónoma. También alguno que otro de Portugal y de Francia. Aitz-Zorrotz fue representando a Euskadi, como selección, en 2002. Destacan los deportistas de la sociedad la hermosura del río, y el bello paraje para la práctica de la pesca. Pescaron de dos en dos en un tramo, y eso, dicen, le otorga otra dimensión: “Es una gozada”. Los pescadores interactuaron, hablaron entre ellos, se aconsejaron, puesto que gana la pareja que quede en mejor puesto sumando los dos puestos individuales, que otorga la cantidad de truchas sacadas del río. Después de la bella jornada de pesca Aitz-Zorrotz fue subcampeona en la clasificación autonómica, pero campeona en la clasificación por clubes, puesto que los campeones autonómicos, que fueron los anfitriones, no pertenecían a un club, sino que se habían juntado expresamente para el máster.

Los campeonatos de pesca que organiza la sociedad se suelen hacer en Lareo y en Arriaran. Ahora se ha comenzado a celebrarlos también en la presa de Arkaka, donde recientemente se ha abierto una escuela de pesca. Se organizan campeonatos de benjamines, alevines e infantiles, y hay un grupo de unos 20 niños y niñas que participan, cifra que ha solido aumentar hasta 50. En Lareo, que tiene un entorno bonito y poco peligroso, se han llegado a juntar hasta 140 pescadores menores de 14 años.

Mención especial merece el campeonato que se ha celebrado este año 2008 en el río Oria, con motivo del 75 aniversario de la sociedad, y en el que se pescó mucho barbo para deleite de los chavales y chavalas que participaron. Destaca Telleria que entre las chicas la pesca goza de buena afición, y en este momento hay un grupo de entre 12 y 13 años que tiene buen nivel. En un campeonato reciente que se celebró en Alegia ganaron precisamente dos de ellas. El problema, sin embargo, como sucede en otros deportes es que llegadas a la edad de 14 años son pocas las que continúan pescando.

Aitz-Zorrotz también organiza un campeonato para socios jubilados en mayo y otro abierto para jubilados en general en junio.

PALMARES (hasta 2008)

  • Iñigo Lopez de Munain
    Campeón de Gipuzkoa de lance ligero (2006)
    Tercer puesto en el campeonato de Euskadi (2004).

  • Unai Urkia
    Campeón de Euskadi por equipos (2002)
    Campeón de Euskadi de lance ligero (2007, 2008)
    Campeón de Euskadi de alta competición (2007)
    Campeón de España por equipos (2005, 2007 y 2008)
    Trofeo al mayor número de truchas en el campeonato de España (2008): 27
    Trofeo a la trucha más grande en el campeonato de España (2003): 52 cm.

  • Olain Irizar
    Subcampeón de Gipuzkoa (2002)
    Campeón de Euskadi de lance ligero (2002 y 2004)
    Campeón de España por equipos (2005, 2007 y 2008)
    Campeón por clubes en el Máster Internacional de Santa Marina de Orbigo (León)
    Subcampeón por autonomías en el Máster Internacional de Santa Marina de Orbigo (León).

  • Luis Muriel (Ordizia)
    Campeón de Euskadi por equipos (2002)
    Campeón de Gipuzkoa de lance ligero (2007)
    Campeón de Euskadi por equipos (2007)
    Campeón por clubes en el Máster Internacional de Santa Marina de Orbigo (León)
    Subcampeón por autonomías en el Máster Internacional de Santa Marina de Orbigo (León).

  • Juan José Sanz
    Subcampeón de Gipuzkoa, subcampeón de Euskadi y campeón de España de lance ligero (1986)
    Diez veces campeón de Gipuzkoa en látigo, y varios subcampeonatos
    Diez veces campeón de Euskadi en látigo, y varios subcampeonatos
    Campeón por clubes en el Máster Internacional de Santa Marina de Orbigo (León)
    Subcampeón por autonomías en el Máster Internacional de Santa Marina de Orbigo (León).


  • Participación en tres mundiales: Canadá, República Checa y Suecia.

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